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Cómo elegir la mejor modalidad de contratación para cada puesto y clientes

Conoce y asesórate de las principales modalidades de contratación que suelen usar las agencias de colocación de personal para mejorar su rendimiento

Modalidad de contratación para agencias de empleo

La contratación de personal es una de las funciones más importantes y complejas del personal de recursos humanos. No solo hay que encontrar al candidato adecuado para cada puesto, sino también elegir la modalidad de contratación que mejor se adapte a las necesidades de la empresa y del cliente.

Las modalidades de contratación son las diferentes formas jurídicas que regulan la relación laboral entre el trabajador y el empleador. Cada modalidad tiene sus propias características, ventajas, inconvenientes y requisitos legales. Por eso, es fundamental conocerlas bien y saber cuál es la más conveniente en cada caso.

En este artículo, te explicaremos qué son las modalidades de contratación, qué tipos existen, cuáles son las más utilizadas por las agencias de empleo y cómo elegir la mejor modalidad de contratación para cada puesto y cliente. Además, te daremos algunas recomendaciones finales para que puedas tomar la decisión más acertada.

Qué son las modalidades de contratación

Las modalidades de contratación son las distintas formas de establecer una relación laboral entre el trabajador y el empleador. Cada modalidad de contratación tiene sus propias condiciones, derechos y obligaciones, que se plasman en un documento llamado contrato de trabajo.

El contrato de trabajo es el acuerdo por el que el trabajador se compromete a prestar sus servicios por cuenta ajena al empleador, bajo su dirección y dependencia, a cambio de una retribución económica. Suele ser verbal o escrito, pero siempre debe respetar la legislación laboral vigente y los convenios colectivos aplicables.

El contrato de trabajo debe contener, al menos, los siguientes datos:

  • La identificación de las partes (trabajador y empleador).
  • El tipo y la duración de la modalidad de contratación.
  • La fecha de inicio y, en su caso, de finalización de la relación laboral.
  • La jornada de trabajo y el horario.
  • El lugar de trabajo y la movilidad geográfica.
  • El grupo profesional o la categoría laboral del trabajador.
  • El salario y las formas de pago.
  • El periodo de prueba, si lo hay.
  • Las vacaciones y los permisos.
  • Las causas de extinción del contrato.

Tipos de modalidades de contratación

Por lo general, existen cuatro tipos básicos de modalidades de contratación, según la duración y la finalidad de la relación laboral:

Contrato indefinido

Es aquel que se concierta sin establecer límites de tiempo en la prestación de los servicios, en cuanto a la duración del contrato. El contrato de trabajo indefinido puede ser a jornada completa, parcial o para la prestación de servicios fijos discontinuos. Los contratos indefinidos pueden beneficiarse de incentivos a la contratación, dependiendo de las características de la empresa, del trabajador y de la jornada.

Contrato temporal

Se celebra por un tiempo determinado, que puede ser fijo o variable, y está vinculado a una causa justificativa, como la realización de una obra o servicio, la sustitución de un trabajador, el incremento de la actividad o la formación. Los contratos temporales tienen una duración máxima legal, que varía según el tipo de contrato y la causa que lo motive. Al finalizar el contrato, el trabajador tiene derecho a una indemnización por fin de contrato.

Contrato para la formación y el aprendizaje

Tiene por objeto la cualificación profesional de los trabajadores, en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa con actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo.

Los contratos para la formación y el aprendizaje se pueden celebrar con trabajadores mayores de 16 años y menores de 25 años, que carezcan de la titulación requerida para realizar un contrato en prácticas. La duración mínima del contrato es de un año y la máxima de tres años. El tiempo de trabajo efectivo no puede ser superior al 75% de la jornada en el primer año, ni al 85% en el segundo y tercer año. El resto del tiempo se dedica a la formación teórica.

Contrato en prácticas

Este tipo de contratos tiene por objeto la obtención por el trabajador de la práctica profesional adecuada al nivel de estudios cursados. Además, se pueden celebrar con trabajadores que estén en posesión de un título universitario, de formación profesional o de certificado de profesionalidad. La duración mínima del contrato es de seis meses y la máxima de dos años. El salario no puede ser inferior al 60% del salario fijado en convenio para un trabajador que desempeñe el mismo o equivalente puesto de trabajo durante el primer año, ni al 75% durante el segundo año.

Cuáles modalidades de contratación suelen usar las agencias de empleo

Las agencias de empleo son entidades que colaboran con los servicios públicos o privados de empleo en la intermediación laboral, es decir, en la búsqueda y selección de candidatos para cubrir las ofertas de trabajo de las empresas. Además, pueden actuar como agencias de colocación o como empresas de trabajo temporal.

Las agencias de colocación, en cambio, son aquellas que realizan actividades de intermediación laboral sin contratar directamente a los trabajadores, sino que los ponen en contacto con las empresas que necesitan cubrir sus vacantes. Estas pueden cobrar o no por sus servicios, pero en ningún caso pueden exigir pago alguno a los trabajadores. En conclusión: utilizan cualquier modalidad de contratación, siempre que se ajuste a la legislación laboral y a las necesidades de las empresas y de los trabajadores.

Por otro lado, las empresas de trabajo temporal son aquellas que contratan a los trabajadores para cederlos temporalmente a otras empresas, denominadas empresas usuarias, que son las que determinan las condiciones de trabajo y ejercen el poder de dirección. Estas deben garantizar a los trabajadores cedidos las mismas condiciones laborales y salariales que tendrían si fueran contratados directamente por la empresa usuaria. Las empresas de trabajo temporal solo pueden utilizar contratos temporales, y solo por las causas previstas en la ley: obra o servicio, eventualidad o interinidad.

Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), las modalidades de contratación más utilizadas por las agencias de empleo en 2022 fueron las siguientes:

  • Contrato temporal por obra o servicio: 1.456.731 contratos (49,5% del total).
  • Contrato temporal por eventualidad: 1.062.760 contratos (36,1% del total).
  • Contrato temporal de interinidad: 324.368 contratos (11% del total).
  • Contrato indefinido: 71.920 contratos (2,4% del total).
  • Contrato para la formación y el aprendizaje: 16.971 contratos (0,6% del total).
  • Contrato en prácticas: 9.072 contratos (0,3% del total).

Cómo elegir modalidades de contratación para puestos de empleo

A la hora de elegir la modalidad de contratación más adecuada para cada puesto de empleo, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:

Naturaleza y la duración de la actividad a realizar

Analizar si se trata de una actividad permanente o temporal, si tiene una fecha de inicio y fin determinados o no, si está vinculada a un proyecto concreto o a la actividad ordinaria de la empresa, etc. En función de ello, se podrá optar por un contrato indefinido o por un contrato temporal, y por el tipo de contrato temporal que mejor se ajuste a la causa que lo justifique.

Cualificación y la experiencia del trabajador

Valorar si el trabajador tiene la formación y la práctica profesional necesarias para desempeñar el puesto de trabajo, o si necesita adquirirlas o mejorarlas. En función de ello, se podrá optar por un contrato en prácticas o por un contrato para la formación y el aprendizaje, o por otro tipo de contrato que no requiera una titulación específica.

Jornada y el horario de trabajo

Determinar si el puesto de trabajo requiere una dedicación completa o parcial, si el horario es fijo o flexible, si hay posibilidad de realizar horas extras o no, etc. En función de ello, se podrá optar por un contrato a jornada completa o a jornada parcial, y por el tipo de distribución del tiempo de trabajo que mejor se adapte a las necesidades de la empresa y del trabajador.

Costes laborales y los incentivos a la contratación

Calcular el salario y las cotizaciones sociales que corresponden al trabajador, según el tipo y la duración del contrato, el grupo profesional, el convenio colectivo, etc. También hay que tener en cuenta las posibles bonificaciones y reducciones en las cuotas a la Seguridad Social, que pueden variar según el tipo de contrato, la edad, el sexo, la discapacidad, la situación de desempleo, etc. del trabajador. Estos factores pueden influir en la rentabilidad y la competitividad de la empresa, y en la motivación y la satisfacción del trabajador.

Flexibilidad y la seguridad laboral

Evaluar el grado de adaptabilidad y de estabilidad que ofrece cada modalidad de contratación, tanto para la empresa como para el trabajador. Por ejemplo, un contrato indefinido puede aportar mayor seguridad y compromiso al trabajador, pero también mayor rigidez y coste para la empresa. Por el contrario, un contrato temporal puede aportar mayor flexibilidad y ahorro a la empresa, pero también mayor precariedad e incertidumbre al trabajador.

Cómo elegirlas para cada cliente

Además de los aspectos anteriores, a la hora de elegir la modalidad de contratación más adecuada para cada cliente, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • El perfil y las expectativas del cliente: Hay que conocer bien al cliente, sus necesidades, sus preferencias, sus objetivos, su presupuesto, su cultura organizativa, etc. Es preciso saber qué tipo de trabajador busca, qué cualificación, qué experiencia, qué competencias, qué actitud, etc. Y por último: entender qué espera del servicio de la agencia de empleo, qué nivel de calidad, qué plazos, qué garantías, qué seguimiento, etc.
  • La relación y la comunicación con el cliente: Es importante establecer una relación de confianza y de colaboración con el cliente, basada en el respeto, la transparencia, la profesionalidad y la ética. La idea es comunicarse de forma clara, fluida, frecuente y efectiva con el cliente, informándole de todo el proceso de selección y contratación, resolviendo sus dudas, atendiendo sus sugerencias, cumpliendo sus requisitos, etc.
  • La satisfacción y la fidelización del cliente: también se recomienda conseguir que el cliente quede satisfecho con el servicio prestado por la agencia de empleo, tanto en términos de calidad como de coste. Hay que asegurarse de que el trabajador contratado cumple con las expectativas del cliente, y de que se integra bien en la empresa.

Recomendaciones finales

Para elegir la mejor modalidad de contratación para cada puesto y cliente, te recomendamos que sigas estos consejos:

  • Analiza bien el puesto de trabajo, el perfil del trabajador y el contexto de la empresa, teniendo en cuenta todos los aspectos que hemos mencionado anteriormente.
  • Conoce bien las modalidades de contratación disponibles, sus características, ventajas, inconvenientes y requisitos legales.
  • Compara las diferentes opciones, valorando sus pros y sus contras, y elige la que mejor se adapte a las necesidades y expectativas de la empresa y del trabajador.
  • Asesórate por un profesional o una entidad especializada en materia laboral, que te pueda orientar y resolver tus dudas sobre la contratación de personal.
  • Cumple con la normativa laboral vigente, respetando los derechos y obligaciones de las partes, y evitando posibles sanciones o conflictos.

Conclusión

La contratación de personal es una tarea clave para el éxito de cualquier empresa, y también para el desarrollo profesional y personal de los trabajadores. Por eso, es fundamental elegir la modalidad de contratación más adecuada para cada puesto y cliente, teniendo en cuenta una serie de factores que influyen en la relación laboral.

En este artículo, te hemos explicado qué son las modalidades de contratación, qué tipos existen, cuáles son las más utilizadas por las agencias de empleo y cómo elegir la mejor modalidad de contratación para cada puesto y cliente. Además, te hemos dado algunas recomendaciones finales para que puedas tomar la decisión más acertada.

 

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